Algunos consejos iniciales para la meditación

1. Condiciones ambientales para realizar la meditación 


Como todo viaje, la meditación también pide unos mínimos elementos para realizar la ruta

Existen unas necesidades previas para poder realizar la meditación, cierto es que se suele pensar que una persona preparada puede meditar en cualquier momento e incluso en cualquier acción que realice, pero en una sociedad llena de distracciones y prisas, ello se convierte, en mi opinión, en una verdadera Misión Imposible.

Así pues, intentemos buscar el lugar, condiciones y el momento más adecuados para garantizar unos mínimos.

El lugar :puede ser aquel en el que tú te encuentres más a gusto, lo más silencioso posible y también con una buena aireación, con pocos objetos que distraigan tus sentidos aunque, por qué no, puede tener algún pequeño detalle que aporte belleza y armonía para relajar el espíritu.

El momento: aquel que hayas decidido dedicar exclusiva y especialmente solo para ti. Así que, elígelo bien y marcalo en tu agenda como «espacio de atención plena».

Cuando entres a este espacio ya sea físico o temporal, hazlo con algún gesto que te ayude a recordar que sales de lo cotidiano, de lo exterior, para entrar a un momento y lugar, especiales. Y digo especiales, no sagrados! Que la naturalidad dirija siempre tus acciones.

2. ¿Necesito algo más?


No, para meditar no se necesita nada más; sin embargo hay técnicas que se pueden emplear para facilitar la práctica como  la música, movimientos sincopados, repetición de ciertas fórmulas (mantras, dhikr, etc), hay quien emplea aromas, símbolos o imágenes; la diversidad de formas es infinita, tantas como escuelas o tradiciones, tantas como meditadores.

3. Preparación mental y física


Toda meditación requiere una atención constante a tu estado mental pero también al físico, no en balde, las posiciones para meditar no son «para estar cómodo». Tampoco es cuestión de sufrir con posturas exigentes (aunque también se practica el ir más allá de la sensación de dolor); pero apoyarse en las paredes, sentarse de cualquier manera, etc. no ayudan a tomar consciencia plena de tu posición más bien facilita el adormecimiento de la atención. La energía, sangre y respiración han de fluir sin trabas por el cuerpo y para ello la columna vertebral ha de estar lo más recta posible pero sin rigideces. Se haga meditación de pie o sentado.

4. ¿Solo o en compañía?


Puede realizarse de ambas maneras, una y otra aportan una calidad diferente. La primera consiste en un trabajo más enfocado hacia el afinamiento de la percepción de uno mismo; el segundo añade la particularidad del trabajo colectivo, de la atención colectiva, no existe individualidad, se es uno en el silencio.



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